:: Andrea Mendaro y Mónica Silvestri ::
Hacé Click es el programa que CUTI implementó para impartir cursos TICs a través de la plataforma de educación online. Esta plataforma brinda la posibilidad de capacitarse desde cualquier parte de Uruguay en áreas específicas de tecnologías de la información, atendiendo la necesidad de RRHH de las empresas uruguayas. La plataforma está activa y operativa desde el año 2009. Así las cosas, hablamos con Andrea Mendaro (directora ejecutiva del proyecto de RRHH de CUTI) y Mónica Silvestri (coordinadora académica del programa Hacé Click), para que compartieran con la Comunidad cómo fue la experiencia de ofrecer cursos en una plataforma online, las ventajas de este tipo de formación que sus propios alumnos les expresaron y, entre otros temas, los desafíos que implica tanto a nivel cultural como personal.
-¿Educación online o educación a distancia? Mónica Silvestri- Lo ideal es hablar de educación online o no presencial, es decir, el e-learning es una forma de educación a distancia pero es más adecuado hablar de “educación no presencial”.
Con el e-learning se pretende trascender barreras de tiempo y espacio, que no importe que estés en un punto u otro del planeta, siempre y cuando se tenga acceso a un computador e Internet. El concepto de educación online toma impulso con las TIC's y en especial con el crecimiento y desarrollo de la Internet.
Andrea Mendaro- En CUTI ofrecemos cursos online con interacción permanente, a través de un tutor que está con los alumnos.
En la experiencia de ustedes, ¿qué piensan que sucede con la incorporación de esta forma de educación a nivel cultural?
A.M - Desde que nos propusimos el proyecto de educación online sabíamos que era un desafío que contaba con muchos hábitos en contra. Lo tradicional para la educación es el aula de clases, y a su vez, también existe un preconcepto de lo que es el e-learning. Al ser esta modalidad de estudio desconocida, debíamos mostrar que es posible estudiar a través de Internet y de este modo comenzar a lograr credibilidad hacia la educación online. Entendimos que en cuestión de aprendizaje es muy importante para las personas alcanzarles opciones, acceso a información y a formación, valiéndose para ello de las TICs.
M.S - En este punto es importante aclarar que la capacitación online no sustituye la capacitación presencial. Se apunta a un público que antes no iba acceder de otro modo a la educación, ya fuera por distancia u horario. El e-learning suma, soluciona algo que faltaba. Incorpora más gente a la formación. Lo importante es que se mantenga el ciclo de capacitación continua a lo largo de la vida, sobre todo en el caso de las tecnologías de la información –que es el tema que nos compete- un área donde hay que estar actualizado permanentemente.
¿Cómo fue la experiencia de armar un proyecto de e-learning?
A. M - Los cursos tenían que responder a las necesidades del sector TI. La premisa nuestra fue brindar herramientas técnicas en TI, y poniendo el foco allí, estructuramos los cursos y las pautas de contenido, desde la introducción hasta las evaluaciones. También se tuvo mucho en cuenta a los tutores y proveedores, de acuerdo a su conocimiento del tema. En ese contexto, además, CUTI trabaja con proveedores de contenidos (universidades, empresas).
M.S -Hicimos mucho hincapié en que la información del curso tiene que estar como una guía para el estudiante, un mapa de ruta. Existe una norma de certificación virtual de la formación no formal de AENOR, y de alguna manera usamos esa norma de calidad como guía, estamos alineados.
A.M - Por fortuna trabajamos con personas muy afines al proyecto, convencidas de que este tipo de educación va cimentando de a poquito su camino.
“Hacé click” ¿Apunta a un alumnado en especial?A.M - Si bien el proyecto fue dirigido a gente joven, de una franja desde los 18 hasta los 22 años, un dato importante fue que en los hechos la edad promedió los 25 años, incluso se inscribieron alumnos de 40 y 50. A su vez, se trasecendió también al alumnado que recién concluye el ciclo superior de educación secundaria, también hubo –y hay- profesionales de carreras relacionadas con otras áreas, como psicólogos, abogados, contadores.
¿Y en cuanto al acceso geográfico?M. S - En nuestra experiencia han sido personas del interior del país (el 70 %) que por cuestiones de transporte no pueden acceder a la ciudad donde se brindan los cursos, así como también por motivos de horarios relacionados con el trabajo o con lo familiar. En ese sentido, nuestros alumnos valoraron, sobre todo, la flexibilidad horaria para hacer el curso.
¿Qué destacarían de especial del hecho de que en principio el proyecto estuviera dirigido hacia un determinado y segmentado público, y que haya sucedido que el abanico se abrió heterogéneamente?
A.M - Hemos observado como una característica, para nada menor, que este tipo de formación online, es de naturaleza igualitaria; sí, es cierto que hay que tener posibilidad de acceso a PC y ser alfabetizado digitalmente, pero observamos que iguala. Nosotros por ejemplo tuvimos alumnos con discapacidad motriz, o una persona que había tenido un accidente y mientras se recuperaba quería mantenerse activo, también tuvimos un caso de una estudiante que realizó el curso mientras estaba embarcada trabajando en un crucero, o un uruguayo que estaba temporalmente en Italia, profesionales de otras áreas que querían encontrar un camino alternativo.
¿Qué sucede con la comunicación cara a cara que es tan valiosa, se empobrece la educación al faltar ese tipo de contacto humano? ¿Cómo es la experiencia de ustedes?
A.M - En los foros de presentación de “Hacé click” se dio una muy buena interacción a nivel de comunicación entre los alumnos, algunos incluso acordaron para conocerse personalmente. En uno de los cursos se firmó un grupo que inició una empresa para ofrecer servicios por Internet. En algunos, tal vez no hubo tanta interacción, pero en otros fue muy buena. A veces, sucede que en la educación presencial no hablás con tus compañeros pero por Internet las personas se sueltan más, se da cierta interacción con calidez humana.
M. S – Muchas personas tienen sus prejuicios con la capacitación online o que Internet puede ser un poco frío o antisocial, nosotros nos dimos cuenta que no es así, luego de tener la experiencia con nuestros alumnos.
Se dio por lo menos en nuestra experiencia, acaso dependa de los cursos y la forma cómo se implementan, de fomentar ese contacto. Por eso también, los trabajos finales de los alumnos son grupales. También se pueden tener dudas de la validez de una certificación online. En nuestro caso además de la evaluación continua, el alumno debe rendir una prueba final presencial, lo cual suma garantías a la certificación que recibirá.
¿La educación online requiere una actitud especial hacia el estudio?
A.M - Frecuentemente parece que fuera “más fácil” pero esto es sólo una apariencia. Nos ha pasado de alumnos que subestimaron la dedicación horaria, por ejemplo. En ese sentido el alumno online requiere de una actitud especial, con cierta autodisciplina.
M. S – A nivel pedagógico hemos orientado los cursos con el peso puesto en el seguimiento del curso, el tutor tiene un rol fuerte, también es importante para que el alumno no se pierda, que sepa cómo se ordenan los materiales y cuándo se publican, el complemento con actividades sincrónicas con foros, conferencias y evaluaciones después de cada módulo.
A través de la capacitación TI online, en el marco de “Hacé click”, ¿se puede decir que CUTI logra su principal objetivo, que es aumentar la oferta de recursos humanos en TI?
A.M - Nuestro proyecto tuvo foco en el interior. Partimos desde la base de que la industria necesita gente, y gente hay. El tema es que las posibilidades de capacitación a veces no son tan accesibles para todos a nivel territorial. En Uruguay sucede, por ejemplo que están muy concentradas en Montevideo. Yendo al punto de la pregunta, desde el punto de vista de indicadores específicos del proyecto logramos superar con creces la meta, nos propusimos llegar en el 2009 a 120 alumnos en esta modalidad y tuvimos 350.
¡Pero esto recién empieza!